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Cuento doméstico - David Moreno
Sus labios perfilados se contraen para dejar escapar un silbido corto al que sigue otro y otro. -¿De dónde ha salido si todas las ventanas están cerradas?-. Saca la lengua, la estira, la gira. Parece...
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Cuestión de tiempo - Sandra Montelpare
Un hilo viscoso de extorsiones rodea el angustiado cuello de la princesa. El príncipe suspira paciencia desde el fondo de la laguna con la pelota de oro en la mano.No quiere romper el encanto que lo...
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Una plaga - Cabopá
Sapos, lagartijas y culebras ocuparon durante la noche su garganta, no fue una pesadilla; cuando despertó los escupió sobre las sábanas verdes.Cabopá, ¡ay maricarmen!,
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Otra versión feliz - David Moreno
La princesa cerró los ojos y besó con ternura al sapo: segundos después ella se convirtió para el resto de sus días en una bella rana y pasaron sus días croando de charca en charca.David Moreno...
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El sapo encantado - Eduardo Gotthelf
Esa noche, poco antes del beso que pondría fin a su condición, el Sapo vislumbró, en los ojos de la Princesa, su propio destino. Se vio joven y apuesto, luego príncipe consorte, más tarde rey y,...
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El requisito - Beatriz Carilla Egido
Para llegar a ser mi príncipe antes tienes que convertirte en sapo, ¿lo has entendido, renacuajo?Beatriz Carilla EgidoUna mariposa como selloSé haiku
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El estanque indignado - Purificación Menaya
La rana, desde su hoja de nenúfar, contempla su rostro reflejado en la charca.—Espejito, espejito mágico, ¿quién es el batracio más indignado del reino? ¿Es Mauricia, que la desahuciaron de sus verdes...
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Origami - Xavier Blanco
Algunas veces me repito y hablo solo. También me gusta hacer figuras de papel: elefantes, girasoles y estrellas de colores. Mamá siempre dice que me tome las pastillas. Ella no quiere que me acerque al...
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Una fábula - Eduardo Gotthelf
La yegua se había mancado. Faltaba poco para el anochecer y su esposo laesperaba en la otra orilla. Lady Ranalagh no tuvo más remedio que pedirle aSir Al Acrane que la llevara en su bote. Él aceptó...
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La misma piedra - Jesús Fabregat
De noche, cuando las ranas se retiran a la orilla para intercambiar anécdotas y mentir sobre el tamaño de las libélulas capturadas, alguna termina sacando siempre la leyenda del escorpión, y las demás...
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Jamás comieron perdices - Luz Leira Rivas
Al solaz de la acogedora sombra del fresno, reposa con su amado junto a las cristalinas aguas. A este locus amoenus concurre el sol, que refulge como recién pulido, una mansa colina, alguna libélula...
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Cantarranas - Pablo Garcinuño
La rana Blasa cantaba nanas para las blancas ratas. Acabada la cantata, ambas ancas saltaban charcas para alcanzar la casa-barca. ¡A la cama! Zampaba tarta hasta acabarla (la nata manchaba las...
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El aliento de Palacio - Erika
Por más armadura y caballo que tuviera, el príncipe nunca logró quitarse el aliento a sapo de la boca.ErikaLa rueca de Aurora
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Comerte a besos - Puck
Las niñas ya no cazan ranas buscando príncipes sino sustancia para la sopaMar GonzálezLos jardines de Puck
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Micropoema - Beatriz Carilla Egido
Un beso al aguaagujerea el silenciodel sapo azul.Beatriz Carilla EgidoUna mariposa como sello
View ArticleLa rana y el príncipe - Joan Manuel Serrat
Él era un auténtico príncipe azulmás estirado y puesto que un maniquí,que habitaba un palacio como el de Sissíy salía en las revistas del corazón,que cuando tomaba dos copas de másla emprendía a romper...
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Leyendas - Puck
Ilustración de Petra Acero para Esta Noche te Cuento, concurso en el que este micro fue seleccionado Descalza, la princesa se sienta en la orilla y chapotea con los pies en el agua. Tiene que...
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La charca - Raquel Lozano Calleja
No encontró en la rana a su príncipe azul, pero sí en su charca la poesía.Raquel Lozano CallejaPiel de retales
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Encantamiento - Félix Albo
Cuando besé a mi novia por primera vez quedé encantado. Desde entonces vivo saltando de charca en charca. Félix AlboCuaderno de viaje de Félix Albo
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